La diferencia entre un Tele y un Radio

La diferencia entre un Tele y un Radio

Como antes dije dentro del FC se encontraba de todo, pero afortunadamente la lógica se imponía y en aquellos lugares donde había que hamacarse al son de Don Samuel a 78 RPM se destinaba gente que estaba en condiciones de bailar a ese ritmo, mientras que en posiciones de menor exigencia se disponía a aquellos Ops. que aún estaban logrando su juego de cintura;

Mientras tanto que como «Radio» (termino usado para definir a un radiotelegrafista) en la estación LSA pude apreciar que la guardia más complicada era la que iba de 15,00 a 24,00 hs, allí los tiempos eran muy acotados y los yámbicos sacaban humo, eso hacía que en épocas de intenso tráfico – las que eran la gran mayoría – dichas guardias pasaran rapidísimo pues los QRY resultaban muy nutridos.

Antes manifesté que me referiría a las diferencias entre los «Tele» y los «Radiotelegrafistas», por ello a continuación reasumo mi aseveración;

Si bien ambas disciplinas parten de una misma esencia y espíritu y abrevan de la misma fuente, poseen desde un inicio más diferencias que coincidencias, observando un paralelismo que por momentos deja de serlo para confluir y luego bifurcarse, veamos:

La práctica de la «Tele» desde que se comienza a realizar se efectúa a «manipulador seco», es decir un simple manipulador de bronce (o de lo que sea) sobre el cual se inicia el proceso de «ablande de mano» y simultáneamente del oído, el cual va adaptándose al famoso «contragolpe» o «segundo golpe» que es producido por la barra del manipulador al volver a la posición de reposo luego de operado cada uno de los puntos o las rayas que han sido transmitidos, aspecto que se ve reflejado en el «sonador» del aparato de destino cuando su varilla también adquiere la posición de reposo imitando lo que hizo el manipulador milésimas de segundo antes, mientras que en la «Radio» desde el primer minuto se lo hace operando un manipulador que acciona un oscilador – o como mínimo un buzzer – que eroga un tono más o menos límpido para ser reconocido por el oído sin ningún «contragolpe» que contamine con su retardo el sonido buscado, por eso es que los que primeramente fuimos «Teles» y pasamos a «Radios» no tenemos problemas en que nos transmitan con un manipulador «unplugged» ya que seguiremos recibiendo el mensaje perfectamente apelando a nuestras raíces, cosa que de producirse al revés al «Radio» le costará mucho poder descifrar lo que le fue transmitido a partir de esos opacos sonidos repetidos.

La «Tele» al margen de algunas abreviaturas muy ad hoc y normalmente establecidas a partir de normas y costumbres, no contó con otras abreviaturas ni códigos de ayuda – caso «Q code» – como las que asistieron a la «Radio» casi desde sus inicios, haciendo que los comunicados por cable fueran más extensos y con mucho mayor número de caracteres intercambiados en menor cantidad de despachos, ello determinó que las velocidades promedio de comunicación fueran más elevadas en el primero de los sistemas que en el inalámbrico, lo que no significa que ya como «Radio» no me haya solazado y regodeado en momentos de excelentes condx al intercambiar con buenos Ops. en QRQs que dejaban sin aliento a los electrónicos, de hecho uno de los Op. más rápidos en Tx de ELMA – si no el más rápido de todos – era un ex Telegrafista del Correo Nacional que salía con el manipulador vertical Marconi propio de los buques a velocidades increíbles conservando una claridad y belleza de manipulación únicas que en nada hacía envidiar a un electrónico, para nosotros era «El Flaco Martínez», un superdotado del CW.

Las modalidades de intercambio también diferían:

a) cuando para la «Radio» la invitación a transmitir es la letra «K» para los «Teles» del ferrocarril era la «G», su explicación estaba dada en que se adoptó la usanza inglesa – nacionalidad de nuestros primeros FFCC – la que tomó la inicial de «go» (del inglés = adelante, avance) para indicar que el otro corresponsal comenzara a transmitir.

b) la cruz fin de despacho o signo «más» ( .-.-. ) en ambos casos es coincidente pero no así el «final de transmisión» SK ( …-.- ) que para los ferroviarios directamente no existía.

c) mientras que los «Radios» utilizan «apertura de paréntesis» KN ( -.- -. ) y el «cierre de paréntesis» KK ( -.- -.- ) los Telegrafistas sólo disponíamos del segundo de ellos ( KK )para la apertura y cierre;

d) el punto gramatical que en CW equivale a «AAA» ( .-.-.- ) en el FC era » i i i » ( .. .. .. ),

e) la coma «MIM» ( – -..- – ) en el FC era utilizada muy ocasionalmente en los textos específicos, aunque era coincidente con el CW al momento de expresiones non sanctas…

f) los famosos dos puntitos que en CW se realizan como final finalísimo de los QSOs a manera de cortesía y buena onda, si llegaban a realizarse al final de una comunicación en el FC por parte de uno de los Op. lo más probable era que el otro se tomase el primer tren para venir a hacerle la pelea… esos dos puntitos de apariencia inocente eran el mayor indicador de desprecio y subestimación que se podía dedicar en la telegrafía ferroviaria, sobretodo si previamente se había suscitado alguna discusión o altercado, diría que superaban al peor de los epítetos o agravios pre-establecidos…

Y como lo descripto muchas otras cosas que hacen que la «Tele» y la «Radiotelegrafía» no sean tan hermanas sino primas hermanas.

Quizá recuerden que el año pasado anunciamos en el Moreno Radio Club/LU5DN el dictado de un Curso Intensivo de CW dirigido a todos los que quisieran iniciarse, retomar, crecer o practicar dentro de esta disciplina, cátedra que infelizmente se vió malograda por imperio de la famosa gripe H1N1 que hizo que las escuelas durante julio no dictaran clases y que los lugares de reunión y concurrencia masiva dejaran de convocar para evitar que siguiera proliferando esta peste, para dicha actividad yo preparé una especie de apunte que no es más que una recopilación de diverso material proveniente de distintas fuentes con más algunos agregados míos;

Esta especie de resúmen abarca desde el nacimiento de la misma Telegrafía como obra de Don Samuel – el que se llevó todos los oropeles pero en verdad debió haberle honrado la participación a los hermanos Vail sobretodo a Alfred – ya que mi intención era que quienes accedieran al CW supieran de dónde provenía, siendo que aquí se pone de manifiesto que lo de «puntos y rayas» no fue una simple cuestión nemotécnica sino que la telegrafía en un principio NO fue auditiva sino visual al ser que se imprimían puntos y rayas a modo de sello seco sobre una cinta de papel, la que posteriormente era traducida leyéndola el Op. actuante.

Este resúmen si bien no está terminado ya que la cancelación del dictado por las causas expuestas hizo que dejase de seguir con su armado, abarca todo lo que era referente a la «Telegrafía», habiendo quedado trunco en el momento del pase a la «Radiotelegrafía» o CW propiamente dicho.

Mario Lorenzo Togno LU5EE
(la distintiva más rapida del oeste)